El «gilismo» de Donald Trump, por Javier Otaola
- Diccionario subjetivo

- 28 sept
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Uno de los principales politólogos que ha investigado el fenómeno populista, tanto en sus variantes de extrema derecha como de extrema izquierda, el holandés Cas Mudde (1967) ha acuñado el término "normalidad patológica", para designar la forma actual del populismo de extrema derecha en Europa que perfectamente puede aplicarse también al fenómeno del trumpismo. Normalidad patológica es una etiqueta perfecta para definir la política de Donald Trump en su segundo mandato. Donald Trump no es simplemente un presidente más de los EE.UU. sino que bajo la apariencia de una superficial normalidad, con sus palabras y actos está actuando como un tóxico sobre la Constitución de su país y encarna una verdadera amenaza para el orden democrático de la gran nación americana. El trumpismo es una combinación de ideología autoritaria, de business, y de narcisismo personal con rasgos de neonacionalismo y populismo de derechas, que promueve la sustitución de la Constitución americana por una democracia iliberal. El trumpismo ha conseguido mantener una idea "falsa" que otorga a Trump el aura de un "emprendedor" de éxito, cuando en realidad no es así. Trump heredó su fortuna empresarial de su padre, no creó nada nuevo por sí mismo. En 1991 tuvo la primera declaración de quiebra — el Trump Taj Mahal—, un casino en Atlantic City, quebrado apenas un año después de su apertura. Tras la reestructuración, Trump cedió el 50% de la propiedad del casino a los tenedores de bonos a cambio de tasas de interés más bajas y plazos más extensos para saldar sus deudas. En 1992 tres de sus propiedades quiebran: Trump Plaza Hotel and Casino (Atlantic City), Plaza Hotel (Nueva York) Trump Castle Hotel and Casino (posteriormente renombrado Trump Marina). En 2004, la empresa matriz —Trump Hotels and Casino Resorts— que ...

...controlaba las propiedades de casinos de Trump entró en quiebra con 1.800 millones de dólares en deuda. La sexta y última bancarrota ocurrió en 2009, cuando Trump Entertainment Resorts (anteriormente Trump Hotels & Casino Resorts) se declaró en quiebra nuevamente, esta vez con $50 millones en activos y $500 millones en deudas. Tras el Asalto al Capitolio, el 2021, promovido por el propio Trump muchas organizaciones y bancos le dieron la espalda. Entre ellas el Deutsche Bank, único banco que le prestaba después de seis bancarrotas.
En España, felizmente, no hemos padecido en el Gobierno de la Nación un caso semejante, en ese nivel no hemos alzado al poder a un personaje con un zafio encanto populista como el de Trump, pero sí lo hemos conocido a nivel municipal: Gil y Gil, llegó a crear, a su servicio, una "especie" de ideología política con la que se mantuvo 15 años en el poder municipal de Marbella y de paso se convirtió en una figura con una fuerte presencia en los medios de comunicación, favorecida por su estilo zafio pero campechano, trufando sus declaraciones con insultos y vulgaridades. El gilismo, como suelen hacer estas ideologías populistas, se definió como un liderazgo personalísimo, bajo el hiper-liderazgo de Jesús Gil y Gil, que paradógicamente rechazaba la política. Esa ideología fue etiquetada con aciertocomo «gilismo» por Xavier Casals Meseguer, que lo definió atinadamente como un populismo protestatario, orgulloso de su vulgaridad y resentido con las élites que le despreciaban, con descarados intereses inmobiliarios en Marbella, y con opiniones políticas típicas de la extrema derecha, con sesgos sexistas, racistas, homófobos y un desinhibido enaltecimiento de la figura de Franco y su dictadura.

En 2002 Jesús Gil fue inhabilitado.
En abril de 2006 el Consejo de ministros se vio forzado a acordar la disolución del Ayuntamiento de Marbella del GIL nombrando una Comisión Gestora, elegida por la Diputación Provincial de Málaga. La herencia de la gestión en Marbella del GIL fueron deudas municipales millonarias, falta de infraestructuras y múltiples desarrollos urbanísticos ilegales. Las deudas contraídas por impagos del Ayuntamiento a la Seguridad Social, a la Agencia Tributaria, por los suministros de agua y electricidad y liquidaciones a la Junta de Andalucía comprometieron el presupuesto del Ayuntamiento durante años con aplazamientos que no se liquidarán hasta 2030.
Jesús Gil en octubre de 2000 fue condenado a 28 años de inhabilitación y seis meses de arresto por cuatro delitos de prevaricación —por el desvío de 450 millones de pesetas del ayuntamiento marbellí al Club Atlético de Madrid. ¿Qué será de Donald Trump dentro de tres años cuando haya perdido la inmunidad presidencial? ¿Adónde llevará Trump la economía norteamericana con su rancia política de aranceles y guerras comerciales?





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