La Ilustración escarmentada, por Javier Otaola

En este libro vengo a compartir un diario de lecturas urdido con reflexiones personales provocadas por mis autores favoritos y por las instructivas experiencias de la vida que nos enseñan de una manera práctica lo que no se puede aprender en los libros.

Estas reflexiones son tributarias de mis limitaciones, de mi pericia o impericia, y del tiempo histórico que me ha tocado vivir, con sus inseguridades y certezas, sus conflictos y sus resoluciones, un tiempo en el que los españoles hemos disfrutado –no sin zozobras– de plenas libertades civiles y políticas, amparadas por nues- tra Constitución de 1978, que felizmente ha prevalecido sobre sus enemigos: los nostálgicos de la Reacción y los profesionales de la Revolución, sobre el golpismo del 23-F, el terrorismo etarra.., y los integrismos antiliberales de todo pelaje.

Muchos de estos fragmentos están entreverados con pensamien- tos de mis autores favoritos: Michel de Montaigne, Pascal, Schopenhauer, Ortega y Gasset, Borges, Hannah Arendt, Fernando Savater, Javier Gomá, Salvador Pániker, María Zambrano, Fernando Pessoa, G. Vattimo, Byung-Chul Han, Daniel Innerarity, Philippa Foot y especialmente Andrés Ortiz-Osés..., sin descuidar a los Maestros de la sospecha Marx, Freud y Nietzsche. Dedico unos cuantos fragmentos a reflexiones vinculadas a mi larga y activa participación –desde 1981 hasta la fecha– en esa sociabilidad filo- sófica que ha sido para mí la francmasonería española: una socia- bilidad transversal, nacida en el siglo de la Ilustración –1717– que evoluciona y se despliega como una conversación siempre en curso, perdura como una propuesta de vida reflexiva, siempre pertinente mientras el ser humano siga siendo, en efecto, un ser humano, y le asalten las preguntas esenciales.

El leiv motiv de estos fragmentos y aforismos es la convicción de que, tanto individual como socialmente, estamos hechos de dualidades en tensión que sólo podemos manejar apalabrándolas: lo subjetivo y lo objetivo, concordar lo existencial y lo político, la necesidad y el deseo, armonizar lo físico y lo metafísico, gestionar lo racional y lo emocional, vivir la salud y la enfermedad, dialogar con Atenea y Afrodita, con lo luminoso y lo oscuro, administrar lo material y lo espiritual, tratar con lo femenino y con lo masculino, ser hijo, hermano, esposo, padre, amigo de amigos y de ami- gas, pensar Oriente y Occidente, entender el Norte y el Sur, asumir la derecha y la izquierda, amar la vida y sus fuerzas en contradicción; practicar la compasión y resistir en nosotros y en los demás la inclinación, tan humana, a la inhumanidad; contar con la vida y la salud pero también con la enfermedad y la muerte... Esas contraposiciones que nos tensionan y nos muestran la necesidad de comprender simultáneamente nuestros contrarios (Andrés Ortiz- Osés). ¿No consiste la vida, a la postre, en asumir incompletas ver- dades de distinta estirpe? Cada una de ellas con un método propio de validación según se trate de verdades estéticas, poéticas, meta- físicas o simbólicas, verdades subjetivas de lo existencial, espiri- tual e íntimo, verdades estadísticas de la sociología y las ciencias económicas, verdades míticas y filosóficas, verdades fluidas de nuestros gustos y preferencias, verdades discutidas del Derecho y verdades documentadas de la Historia –de cada tiempo, cada sociedad y cada época– las verdades fuertes de lo físico-matemático, las verdades terapéuticas, médicas, biológicas, antropológicas, his- tóricas, las verdades verificadas científicamente y sometidas permanentemente a falsación, o ́verdades ́ meramente probables surgidas del tanteo estadístico, o de la experiencia y el escarmiento, de la prueba y el error, o bien de la evidencia que se nos impone a partir de la introspección, o el apalabramiento con los otros.

Me he permitido añadir un buen número de notas a pie de página para reconocer el rastro de mis lecturas, mis autores de refe- rencia y algunas obras que son matriz de mis propios pensamientos. Somos tradición y pensar es en gran medida rumiar y comentar a nuestros autores favoritos y repensar a la luz de nues- tra experiencia y nuestra personal inspiración lo que ellas y ellos han pensado antes que nosotros.