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Trump y la Advertencia Miranda, por Javier Otaola




En 1963, un tal Ernesto Arturo Miranda fue detenido por secuestro y violación en Arizona; ante la policía confesó todo sin ninguna advertencia de sus derechos constitucionales. En el juicio, el fiscal presentó sólo su confesión como prueba, y Miranda fue condenado. Sobre esas bases, en el recurso ante la Corte esta revocó el fallo anterior considerando que se habían violado derechos fundamentales y quedó establecida la obligación de la Advertencia Miranda, aunque el tal Miranda no se libró de la pena por el grave delito cometido ya que fue luego condenado en otro juicio, con testigos de cargo que declararon en su contra y otras pruebas complementarias; de hecho, cumplió 11 años de condena.





Todos hemos escuchado en multitud de películas USA, como si de una plegaria se tratara, gracias al cine norteamericano, unas palabras hermosas que resumen con elegancia los principios generales del derecho penal en los países democráticos: «Tiene derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene derecho a hablar con un abogado y a que un abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?»

Es importante señalar que hay un precedente judicial desde 2011, cuando la juez Nancy G. Edmunds consideró que la Advertencia Miranda no era necesaria en casos de terrorismo, aplicando la excepción por causa de "seguridad pública" establecida en el caso "New York contra Ruarles".

Desde luego el tal Miranda no era un angelito, era más bien violento y frecuentaba ambientes poco recomendables, por ironías del destino, años después el mismo Miranda fue asesinado en una pelea de cuchillos, y su agresor tuvo que escuchar en el momento de su detención la Advertencia que lleva el nombre de su víctima.


El NYT ha publicado que la semana pasada, representantes de la oficina del fiscal de distrito de Nueva York estudian una posible acusación y lectura de cargos contra Donald Trump por el pago encubierto con dinero negro de $130.000 para comprar el silencio de Stormy Daniels, una actriz porno que dijo haber tenido un affaire con Trump siendo presidente; esa acusación es una de las menores que tienen los fiscales contra él. La relación con esa mujer no es delictiva pero los pagos encubiertos realizados por un intermediario a quién luego la Organización Trump reembolsó por su pago a la Sra. Daniels, obligó a la Organización Trump a contabilizar falsamente el reembolso como un gasto legal, Los pagos de dinero a cambio de silencio no son ilegales. Los fiscales están sopesando si acusar a Trump de falsificar los registros comerciales de la Organización Trump por cómo reflejó el reembolso del pago a Cohen, quien dijo que le adelantó el dinero a Daniels. La falsificación de registros comerciales es un delito menor en Nueva York pero los fiscales también sopesan si acusar a Trump de falsificación con agravantes por falsificar un registro con la intención de cometer otro delito o ayudar u ocultar otro delito, lo que en este caso sería una violación de las leyes de financiación de las campañas electorales. Ese es un delito mayor de Clase E y conlleva una sentencia de mínimo un año y hasta cuatro años. Donald Trump pretende enturbiar el asunto achacando la persecución judicial de los trapicheos contables de su Empresa como una persecución política.

[Stormy Daniels]

La reacción de Donald Trump es la que cabía esperar: lleva días lanzando diversas soflamas en su sitio Truth Social llamando a sus seguidores a protestar con el grito de guerra “¡ RECUPERAR NUESTRA NACIÓN!”. Donald Trump no está hecho para reconocer sus errores y tropelías y esa reacción recuerdo mucho el grito de guerra del expresidente, ante las acusaciones relativas a su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020.

La seguridad también es un problema inminente en la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, un demócrata que es la primera persona negra en dirigir la oficina. Trump ha arremetido contra el fiscal de distrito, llamándolo racista y diciendo que su investigación tiene motivaciones políticas.

El fiscal Alvin Bragg y uno de sus principales ayudantes ya han sido blanco de amenazas en la plataforma de redes sociales de Trump. Y ha tenido que hacer declaraciones contra todo tipo de amenazas “No toleramos los intentos de intimidar a nuestra oficina o amenazar el Estado de Derecho en Nueva York”, escribió. “Nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley se asegurarán de que se investigue a fondo cualquier amenaza específica o creíble contra la oficina”.


La policía está incluso evaluando los riesgos para la seguridad personal del fiscal, en el pasado, el departamento de policía ha ajustado su personal en función de su propia evaluación del riesgo para un fiscal de distrito.

Por otro lado, las Redes Sociales más adictas a Trump ya están haciendo llamamientos para rodear con masas de adeptos a Trump su mansión de Mar-a-lago donde vive para hacer una barrera humana que impida la eventual llegada de agentes de policía con una Orden de acusación contra Trump


El ex-Presidente Trump el primero de la Historia de los Estados Unidos que puede escuchar especialmente dedicada a él la famosa Advertencia Miranda.


Javier Otaola. Abogado y escritor.




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