Anthony S. Fauci, de 80 años de edad y durante casi 40 años, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y de una de las principales instituciones de investigación de los Estados Unidos y asesor de siete presidentes, desde Ronald Reagan hasta el mismo Trump, ha sufrido el calvario de tener que asesorar a Donald Trump, durante un año intentando hacer valer sus conocimientos médicos contra las diversas frivolidades publicitadas en sus intervenciones mediáticas por el Sr. Trump como lo de tomar cloroquina o hidroxicloroquina para tratar la covid-19. Tuvo que recibir protección policial por amenazas de muerte contra él y su familia; el Trumpismo le convirtió en un villano a los ojos de millones de personas: fue acusado de inventar el virus, de ser parte de una camarilla secreta con Bill Gates y George Soros, supuestamente, montada con el propósito de sacar provecho de las vacunas…
El Dr. Anthony S. Fauci aguantó con estoicismo descalificaciones públicas del ex Presidente Trump que no tuvo empacho en decir que era Faucie era desastre y que la gente estaba cansada de tanto oir hablar del virus por parte de "estos idiotas" en el gobierno.
El Dr. Fauci mantuvo con serenidad su criterio contrario al que convenía al Sr. Trump advirtiendo a los estadounidenses para que se prepararan para un invierno difícil, contradiciendo las reiteradas y falsas garantías que anunciaba Trump de que en realidad el Covid no era tan grave y que su solución estaba a la vuelta de la esquina.
Después de esos enfrentamientos el Dr. Fauci despareció de las ruedas de prensa organizadas por la Casa Blanca.
El pasado 21 de enero recuperado por el Presidente Biden como experto médico en relación con la Pandemia del coronavirus, en su primera conferencia de prensa, el Dr. Fauci describió el "sentimiento liberador" de poder "levantarse aquí y hablar sobre lo que sabe, sobre qué es evidencia, y qué es ciencia".
Javier Otaola