
Entrevista a Garbiñe Salaberria
Seamos subjetivos, conocía desde hace años a Garbiñe por referencias dado que ambos pertenecemos a la Asociación de Escritores de Euskadi, pero no he tenido la feliz ocasión de conocerla de verdad hasta las primeras Cenas del Club de los Iguales de Bilbao, y en ese ambiente de curiosidad intelectual y buena conversación he descubierto una mujer llena de sabiduría y no he podido resistir la tentación de incluirla en este Diccionario subjetivo, y plantearle una serie de preguntas que ella ha tenido la gentileza de contestar.
Garbiñe es doctora en Sociología, especializada en investigación del discurso narrativo y la ética, y titulada superior en Gestión de empresas y organizaciones culturales.
Como escritora ha publicado varias obras de literatura infantil, juvenil y de relatos. Compagina su vida profesional con la creación de programas culturales, de fomento de la lectura, la escritura y la formación de mediadores culturales para entidades públicas y privadas. También colabora con artículos en revistas especializadas y en congresos.
Obra publicada
· Mario eta txori zuriak. Editorial Mensajero.
· Holaxe dira gauzak! Ed. Desclée de Brower.
· Mugaz horaindiko itsasoak. Editorial Mensajero.
· Zazpimintzo herensugea eta eider ederra. Editorial Mensajero.
· Sietelenguas el dragón y la pequeña Eider. Editorial Mensajero.
· Zazpimintzo herensugea eta Eider ederra. Editorial Mensajero.
. La construcción literaria de la ética. Valores y contextos sociales. Editorial Siglo XXI. Biblioteca Nueva. Madrid 2014.
1.- ¿Cómo estás viviendo/ has vivido, el aciago y enorme acontecimiento de la pandemia de Coronavirus? ¿Cómo te imaginas la Nueva Normalidad para después de la pandemia?
Al principio, seguía en la prensa los efectos y su expansión geográfica con perplejidad y preocupación. Desde la distancia de Wuhan donde se originó, el coronavirus estaba lejos. En esos primeros momentos, no imaginé que llegaría hasta nosotros como lo ha hecho, ni que fuera tan mortífero y devastador. Una vez aquí, las medidas adoptadas me cambiaron la vida como a todos, pero también nos la salvaron. Y eso lo he tenido muy presente cada día, mientras buscaba la manera de pillarle el punto al confinamiento y observaba las consecuencias de la pandemia. A los sentimientos de tristeza, de temor, de confianza y colaboración, se ha sumado la gratitud hacia el personal sanitario y hacia los profesionales que se han ocupado de atender nuestras necesidades.
Desde una perspectiva personal, también encontré aportaciones positivas. Por ejemplo, el tiempo y el espacio para revisar la vida pasada y prepararme para la que vendrá; una vivencia de la vulnerabilidad que me ha cambiado la conexión con la fuerza de la vida; una medida del tiempo distinta donde el presente cobra mayor protagonismo; una confirmación de lo que realmente importa y una lista de prioridades asumible e inaplazable.
Como ciudadana, me he sentido afortunada por vivir en una democracia y en un estado de derecho, pero también decepcionada por las actitudes partidistas y sectarias de algunos políticos.
La Nueva Normalidad me parece un concepto puramente retórico. Habrá cambios, pero ¿transformaciones? Supongo que los criterios del conjunto de medidas adoptadas para afrontar las consecuencias de la pandemia marcarán las pautas. El grado de justicia social a la hora de paliar los costes también influirá en la respuesta social y en la recuperación.
2.- El confinamiento ha dado un nuevo y decisivo papel a las Redes y a los medios digitales ¿Crees que será duradero? ¿Qué papel están jugando las Redes sociales en la “conversación pública”? ¿Cómo cambiará esto la manera de informarnos y de relacionarnos en el futuro?
Las redes sociales y los medios digitales han tenido un uso intensivo, ganado protagonismo y nos han facilitado mucho la vida durante el confinamiento. Las plataformas han traído a casa el teletrabajo, la comunicación, la creación y el consumo de cultura, el acceso a la información y a otras muchas actividades. También hemos visto cómo se utilizaban para la desinformación con la propagación de bulos, fakes, etc. y para la propaganda.
A través de las redes nos conectábamos mientras permanecíamos aislados; pero las pantallas actúan como una barrera, ante ellas somos espectadores y monologuistas, enviamos y recibimos mensajes desde la soledad y el silencio. La presencia del yo es muy fuerte y el nosotros se diluye.
Sin duda, la conversación inteligente, pública o privada necesitan vitalidad, humanidad y la presencia del otro para completar el significado. Es importante dar la cara y sentir el poder de las palabras para aportar o para dañar. Solos ante la vida virtual se puede descuidar nuestra responsabilidad sobre lo que decimos y dejar de percibir sus impactos en los demás.
3.- Un viejo adagio gremial dice que “lo que hacemos nos hace”: ¿qué cosas has hecho y has deshecho a lo largo de tu vida que han terminado perfilando lo que eres?
La experiencia vital nos hace, pero también nos deshace. ¿Cómo ser el hacedor de uno mismo desde lo que hicieron con nosotros? ¿Cómo reconocerse y construirse una identidad propia? Creo que la actitud ha sido determinante durante este proceso. Siempre me he hecho muchas preguntas, he buscado respuestas que fueran coherentes conmigo misma y dieran sentido a lo que hacía, aunque en ocasiones no coincidiera con lo que se esperaba de mí.
En mis experiencias de vida aprendí a interpretar las señales internas de bienestar y/o malestar, y a actuar en consecuencia para mejorarlo. A veces tuve que demoler para empezar de nuevo. Mantengo vivo el deseo de crecer a nivel personal, intelectual y artístico en buena compañía, y de no soltar las riendas de mi felicidad.
4.- -Por lo que te conozco ejerces cotidianamente y con naturalidad tu igualdad humana en perfecta sintonía con tu singularidad femenina. ¿Qué opinión te merecen los debates en el seno del activismo femenino de hoy en España?
Las mujeres necesitamos hablar, ser oídas, y compartir la experiencia real de ser mujer y sus significados en los diferentes contextos socioculturales en los que nos movemos. Los debates clarifican, ayudan a ver lo que hay y a ponerse en la piel de las demás. El activismo inteligente e inclusivo necesita escuchar lo que pasa en el corazón de las mujeres, es el puente que comunica la teoría y la acción El silencio no nos favorece.
En el algunos sectores sociales flotaban preguntas del tipo ¿qué les pasa a las mujeres? ¿Ahora qué quieren? ¿De qué se quejan? Parecía que estaba casi todo hecho, pero lo cierto es que todavía hay mucho que destapar. El movimiento “Me Too”, la sentencia de La Manada o el micromachismo son una parte de lo que aún queda por hacer.
Los debates nos mantienen despiertas y sostienen el logro de nuestras aspiraciones. Estos espacios de encuentro abiertos a la pluralidad interpretativa, a las sensibilidades diversas y a las nuevas generaciones de mujeres ayudan a clarificar el análisis de la identidad femenina, de la identidad de género en la postmodernidad. El reto está en que representen a la mayoría y generen una narrativa, y unas acciones en la que nos podamos sentir identificadas siendo diferentes. Sin pensamiento el activismo resultaría estéril. La igualdad en sentido pleno no cae del cielo, hay que cogerla.
5.- Para profundizar en la cuestión del feminismo(s) quiero citar a una feminista radicalmente igualitaria, Camille Paglia — autora, entre otros trabajos de Sexual Personae, que ha mantenido y mantiene posiciones muy contestadas por toda clase de puritanismos, por los diversos machismos así como por otras feministas. Podríamos parafrasear la tesis central de Paglia diciendo que “las mujeres debemos partir de la misma línea de salida en cuanto condiciones de libertad para optar por la vida que queramos vivir, pero si nos tomamos la libertad individual en serio tenemos que asumir que eso no significa que tengamos que llegar todos y todas —varones y mujeres— estadísticamente a la misma línea de llegada. “
Así dice, cito: “El problema del feminismo [oficial] es que no representa a un amplísimo sector de las mujeres. Por eso se ha centrado en la ideología y en la retórica anti-masculina en lugar de hacerlo en el análisis objetivo de los datos, de la psicología humana y el significado de la vida"…/… "No creo que la carrera laboral deba ser lo más importante de la vida de una persona”. Cfr. Entrevista EL MUNDO
Paglia protesta también contra una visión del feminismo en términos exclusivamente políticos obviando que —desde Freud al menos — la pulsión sexual del ser humano no se puede obviar si queremos entendernos de una manera integral; así Paglia critica que se haya abandonado al psicoanálisis y sus enseñanzas en el movimiento feminista, lo que lo hace "incapaz de entender o analizar las relaciones sexuales. Sin Freud no se explica lo que pasa entre hombres, mujeres, hermanos…". O por ejemplo cuando dice estar en contra del “tipo de feminista que cree saber qué es lo mejor para las mujeres. Hay una actitud muy elitista en el feminismo".
¿Qué opinión te merecen estas consideraciones de Camille Paglia? ¿Somos “hombres” y “mujeres” exclusivamente en nuestro nivel político? ¿Cómo entiendes personalmente la lucha feminista? ¿Qué significa ser feminista hoy? ¿Basta con no ser machista para ser feminista? ¿A tu juicio la lucha LGTB es también una lucha feminista? ¿Cuáles son los desafíos del feminismo hoy?
Un contexto de igualdad es una condición imprescindible para la libertad de ser y de vivir. Una vida plena supone conectar con nuestros deseos y nuestra capacidad para conseguirlos. Una sociedad igualitaria facilita las condiciones de partida, pero también tiene que abrirse a las diferentes metas. En los procesos de empoderamiento y en la medición del éxito deberíamos incorporar nuevos métodos de valoración social. Se mantienen imágenes tradicionales dominantes que excluyen a colectivos que forman parte de la sociedad. Es necesario pensar una ética del éxito diferente.

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