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Ayer, hoy y mañana de la sociabilidad masónica

Actualizado: 18 abr 2023





Trescientos años de francmasonería


El viernes día 21 de abril

a las 7 de la tarde

tendremos en la Sala 1 del


Centro Cultural Ignacio Aldecoa de Vitoria-Gasteiz

Parque de la Florida


Conferencia pública.

Título —AYER, HOY Y MAÑANA DE LA SOCIABILIDAD MASÓNICA, — con motivo del 300 Aniversario de las primigenias Constituciones de los Francmasones de 1723 publicadas por la Gran Logia de Londres y Westminster, y redactadas en su parte crucial por el pastor protestante, masón y científico Teófilo Desaguliers, miembro de la Royal Society



CONFERENCIANTES : Joan Francesc Pont,

(Barcelona, 1957). Licenciado (1980) y Doctor en Derecho (1990), profesor de la Universidad de Barcelona desde 1982, Catedrático de Escuela Universitaria (1993) y de Universidad (2003) de Derecho Financiero y Tributario, Académico de número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (desde 1999), Académico de número de la Reial Acadèmia Europea de Doctors (desde 2014). Miembro del Supremo

Consejo Masónica de España y maestro masón de la Gran Logia Simbólica Española.



Javier Otaola, abogado y escritor, maestro masón, primer Venerable Maestro de la Logia Manuel Iradier, establecida en Vitoria-Gasteiz hace XXX años y maestro masón de la Gran Logia Simbólica Española.







***



Notas sobre Pasado, Presente y Futuro de la sociabilidad Masónica






Sobre el concepto de Sociabilidad


Como cualquier otra cualidad humana, la sociabilidad puede moverse y desenvolverse en diversos niveles de ejercicio y de compromiso.

Unas veces se manifiesta en expresiones y reflejos superficiales, que mantienen la comunicación con los hombres en terrenos superficiales.

Y en ocasiones llega a niveles de la máxima profundidad. Los seres humanos cuentan con muchas capacidades, pero también tienen la libertad de explotarlas al máximo o tal vez de infravalorar su significado.

Por eso los grados de relación pueden ser muchos. Por clasificarlos de algún modo, se puede aludir a las tres formas generales La Horda, el Equipo y la Comunidad en las que puede expresarse la vinculación con el grupo y que llega desde el azar y la máxima espontaneidad de la horda, pasando por el trato ocasional, selectivo según afinidades y organizado del equipo, y llegar hasta el vínculo afectivo y profundo de la comunidad.

La Logia es una mezcla del Equipo y de la Comunidad y su mayor originalidad es que el vínculo asociativo tiene un objetivo peculiar porque no se funda en afinidades identitarias espontáneas y habituales: étnicas, culturales, de intereses materiales o ideológicos, políticas o religiosas sino que por el contrario busca la diversidad, pretende atravesar esas barreras sociológicas y aspira en fundarse en nuestra última identidad: "nuestra desnuda y común humanidad" lo que a la postre nos convierte en una especie de sociabilidad "filosófica".

Una sociabilidad que tiene vocación de Transversalidad y se define, no por una doctrina o ideología cerrada sino por un marco o límite ético común.


***





En la redacción del artículo 1 de las Constituciones de los Francmasones de 1723, Théophile Desaguliers definió por primera vez y de una manera práctica una sociabilidad llamada a unir a personas de diferentes religiones y convicciones filosóficas, transversal entre estamentos o clases, en una fraternidad que les permitiera crear lazos de amistad, a sabiendas de que de no ser por la masonería [de suyo] nunca se hubieran llegado a conocer. La condición sine qua non para que esa fraternidad pudiera darse era que se articulara en un marco de referencia común, unos landmarks, una religación ética apalabrada entre todos, abierta a todos, basada en los valores de Bondad, Lealtad, Honor y Probidad:


«...no imponerle otra religión [religación] que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales. Esta religión [religación] consiste en ser hombres buenos y leales, es decir, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sea la diferencia de sus nombres o de sus convicciones. De este modo [esa religación] se convertirá en un centro de unidad y es el medio de establecer relaciones amistosas entre gentes que, fuera de ella, hubieran permanecido separados entre sí.»

Esta fórmula de las Constituciones de los Francmasones de 1723, rápidamente difundida por Europa y América fue un llamamiento a una nueva forma de relación interpersonal, y a la superación de los odios y violencias de las guerras de religión que ensangrentaron el siglo XVI y XVII, y propugna, más allá de nuestras diferencias espirituales, filosóficas, sociológicas o políticas, la posibilidad de una religación ética común que puede apalabrase entre todos los seres humanos de buena voluntad.






Una sociabilidad con un origen histórico preciso



La Francmasonería especulativa o moderna nació en Londres el día de San Juan Bautista. —San Juan de Verano— de 1717 con motivo de la asociación de las cuatro primeras logias que tomaron el nombre de las tabernas londinenses en las que se reunían, a saber: «El ganso y la parrilla», «La Corona», «El Manzano» y «La jarra y el racimo de Uvas», estas cuatro logias comenzaron a funcionar consuetudinariamente y no se reguló con un reglamento escrito, como Gran Logia de Londres y de Westminster hasta 1723 con la aprobación y publicación de las primigenias Constituciones de los Francmasones (llamadas "de Anderson"), redactadas por dos francmasones que eran además pastores de las Iglesias Presbiteriana y Anglicana respectivamente, James Anderson y Teófilo Desaguliers, redactadas resignificando antiguos documentos gremiales, con el propósito de constituir un verdadero «Centro de la Unión» entre personas que de no ser por la masonería, de suyo, nunca se hubieran conocido. Las Constituciones de los Francmasones de 1723 invitaron a muchos a una nueva forma de sociabilidad, personas que se hallaban divididas por causa de sus diferentes concepciones religiosas y filosóficas, pero que sin embargo compartían, sin llegar a saberlo, un ideal constructivo de la existencia humana. Las Constituciones reflejan por primera vez la idea de una masonería especulativa, resignificación de la tradición de los masones operativos de los siglos anteriores y logra sentar los fundamentos de una nueva forma de fraternidad (del Manifiesto de Atenas. Centre de Liaison des Puissances signataires de l´Appel de Strasbourg. CLIPSAS. 2000). [1]


Una sociabilidad que practica una metodología iniciática


«La Iniciación no es de orden meramente intelectual y no tiene por objeto satisfacer la curiosidad gracias a la revelación de ciertos misterios inasequibles al profano. Lo que nos viene a enseñar no es una ciencia más o menos oculta, ni una filosofía que nos diera la solución de todos los problemas: es un Arte, el Arte de la vida» (Beresniak)[2].Es consustancial a la idea de iniciación, la convicción de que hay momentos de esclarecimiento que pueden ser suscitados voluntaria y reflexivamente, aplicando nosotros mismos, con toda libertad, una determinada actitud de búsqueda y estudio: mediante la adquisición de conocimientos, pautas de conducta, estructuras narrativas incorporadas a nuestro particular guion vital.


Una sociabilidad que se propone crear y mantener un lugar especial: La logia como Centro de la Unión, de lo que de otro modo permanecería disperso.


En Logia.«Una logia abierta (...) busca la heterogeneidad. No deja instalarse una ideología obligatoria. Trabaja las cuestiones y no recibe ninguna respuesta como definitiva. Está compuesta de racionalistas y místicos, de intelectuales y manuales, de pobres y ricos, de simpatizantes de izquierda y de derecha, de ateos y de creyentes. Vive también la vocación esencial de la Orden masónica, definida en las constituciones de Anderson: "La franc-masonería tiene por fin reunir a personas que sin ella hubieran continuado ignorándose". Ella rompe los desniveles sociales, profesionales e ideológicos. Ella funde. Cumple así la función de Hermes: franquear los límites, constreñir a los hombres y a los dioses a negociar». (Daniel Beresniak, Demain, la francmaçonnerie, París, 1990)






 


[1] Vid. https://clipsas.org/ [2] Daniel Beresniak, 7 febrero 1933 Paris — 27 abril 2005 escritor y filósofo francés conocido por sus aportaciones a la historia de las ideas y de las religiones, así como por sus trabajos sobre francmasonería, vg Le Jeu d’Hermès; Psychanalyse et Franc-Maçonnerie; Le "gai savoir" des bâtisseurs; Essai sur l'esprit de géométrie; Les offices et les officiers de la loge. Le labyrinthe - Image du monde; Demain, la francmaçonnerie.










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